En un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de este país sudamericano expresó su pesar por lo sucedido y sus condolencias a los familiares de las víctimas.
Reiteramos que el derecho internacional debe ser respetado y hacemos un llamado para que se ponga fin a la violencia y se garantice la protección de la población civil a fin de evitar una catástrofe humanitaria, señala el texto.
Asimismo, la Cancillería comunicó que, en el marco de la política de solidaridad y a través de la Agencia Argentina de Cooperación Internacional y Asistencia Humanitaria–Cascos Blancos, esta nación ofrece ayuda para la población afectada por el conflicto entre Palestina e Israel.
Tras el hecho, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, acusó a Israel de la masacre, que calificó de crimen de guerra.
Lo que ocurrió anoche es una gran tragedia y un atroz crimen de guerra que no se puede tolerar ni permitir, afirmó el mandatario, quien reclamó sentar a Israel en el banquillo de los acusados.
“Es un crimen imperdonable y, por lo tanto, el Gobierno de ocupación cruzó todas las líneas rojas y no permitiremos que escape a la responsabilidad y al castigo”, recalcó.
Por su parte, el vocero del Ejército israelí, Daniel Hagari, rechazó tal versión y afirmó que la explosión fue causada por un misil defectuoso disparado por la Yihad Islámica palestina, que a su vez, negó esa acusación.
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