Condenamos en los términos más enérgicos el ataque deliberado contra el centro médico, afirmó en su página oficial de Facebook el presidente egipcio, Abdel Fattah El-Sisi.
Esta acción es una clara violación del derecho internacional y humanitario, subrayó el mandatario.
En similares términos se pronunció la Cancillería, que llamó a Israel a detener sus políticas de castigos colectivos en ese enclave costero, donde viven 2,3 millones de palestinos.
Instamos a “la comunidad internacional, especialmente a las naciones más influyentes, a intervenir rápidamente para detener estas violaciones y condenarlas”, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
También la Iglesia Copta Ortodoxa, criticó “la injustificada violencia israelí contra civiles palestinos inocentes”.
Reafirmamos nuestra posición firme contra el derramamiento de sangre inocente en todas partes y en todos los lados, y nuestro pleno apoyo al derecho del pueblo palestino a vivir con seguridad dentro de sus tierras, resaltó.
Mientras, el partido Mostaqbal Watan afirmó que lo sucedido en ese hospital es un nuevo crimen israelí.
Ante esa situación, llamamos a la comunidad internacional a asumir sus responsabilidades para detener estos ataques de manera urgente e inmediata, manifestó la organización.
Abdel Halim Allam, presidente del Colegio de Abogados de Egipto, calificó de genocidio el bombardeo y señaló que es una clara violación de las leyes que rigen a la humanidad.
“Es vergonzoso que la comunidad internacional y el mundo entero sigan guardando silencio ante estos actos”, cuestionó.
El Sindicato General de Abogados se sumó a las condenas tras señalar que esta agresión trasciende fronteras, mientras, el jefe del Sindicato de Médicos Egipcios, Osama Abdel-Hay, denunció la muerte de civiles en esa incursión, incluido mujeres y menores de edad.
Bombardear hospitales es un crimen de guerra y un crimen contra la humanidad, y sus autores deben rendir cuentas y ser remitidos a la Corte Penal Internacional, expresó Abdel-Hay.
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