La inmensa mayoría de las víctimas resistieron los fuertes dolores y complicaciones por la acción tóxica del veneno que inoculan los escorpiones, pero el menor perdió la actividad eléctrica del cerebro y murió este miércoles, añadió la fuente.
“Desde enero hasta octubre, tuvimos en nuestro hospital 27 notificaciones de ataques del artrópodo, la gran mayoría de ellas contra adolescentes, con picadas sobre todo en los pies y piernas”, declaró el director del citado Pediátrico, doctor Héctor Castro.
Los ataques de este artrópodo arácnido depredador en la nación guaraní son atribuidos a sus movimientos por los intensos calores y la elevada humedad de la época, y su hábito de refugiarse en el calzado humano dentro de viviendas y otros establecimientos.
El número de paraguayos con picaduras de escorpiones, cuyo veneno causa fuertes dolores y complicaciones en especial a niños pequeños y adultos mayores, aumentó significativamente en los últimos meses, subrayó el médico.
Los especialistas recomiendan a las víctimas abstenerse de realizar “fórmulas” populares y llevar de urgencia a un hospital al que sufre la herida para recibir las atenciones establecidas en esos casos, aunque pueden aplicarse hielo o compresas frías en la zona afectada y aliviar el dolor, aconsejó el pediatra.
“No hay que morder ni chupar el veneno –aclaró. Es un hábito que debe erradicarse. Se puede poner un paño frío para mitigar la molestia, pero eso es mientras los trasladamos hasta el centro médico”.
Según estudios, solo unas veinticinco de las mil 500 especies de alacrán del planeta cuentan con un veneno capaz de matar a un ser humano, pero en algunos países causan centenares de fallecimientos, sobre todo en zonas donde la toxicidad de ese animal es muy letal y carecen de acceso a los tratamientos médicos.
Los decesos y otras secuelas de esos ataques, sin embargo, constituyen un importante problema de salud pública, por la cantidad mundial de personas afectadas por ese flagelo, estimadas en más de un millón cada año, añaden las fuentes.
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