La Organización No Gubernamental (ONG) denunció, en un comunicado, que los servicios de agua y saneamiento colapsaron por completo debido a los bombardeos israelíes.
Las cinco plantas de tratamiento de aguas residuales de Gaza y la mayoría de sus 65 estaciones de bombeo cerraron, por lo cual ahora se vierten al mar sin tratar y, en algunas zonas, los residuos sólidos se acumulan en las calles, apuntó.
Oxfam señaló que el agua potable prácticamente se agotó, por lo cual, “muchas personas se ven obligadas a beber de los pozos de las granjas”.
El grupo de Agua y Saneamiento de la ONU, del que Oxfam es miembro, resaltó que ahora sólo hay tres litros del líquido al día disponibles por persona en ese enclave costero.
Sobre el tema, recordó que la Organización Mundial de la Salud recomienda el consumo de 50 a 100 litros diarios. Las personas que administran pequeñas plantas de desalinización o purificación de agua son ahora los mayores proveedores, una situación que provocó un aumento, de hasta cinco veces, del precio del líquido, lamentó.
No hay electricidad, ni alimentos, ni agua en Gaza, todo unido es un caldo de cultivo para el cólera y otras enfermedades, aseguró Amitabh Behar, director ejecutivo interino de Oxfam Internacional.
“La situación para los civiles ya es intolerable. Nuestro personal nos dice que en algunos casos hay hasta 70 personas hacinadas en una sola habitación. Se debe permitir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza ahora”, reclamó.
La ONG anunció que 1,8 millones de personas en ese territorio padecen ahora inseguridad alimentaria, y subrayó que el corte de energía obstaculiza la capacidad para cocinar y o producir pan en las panaderías.
“Los refrigeradores no pueden funcionar (…) Toda la actividad pesquera y agrícola se detuvo”, manifestó.
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