El duelo está planteado, Los Pumas en una misión que para algunos parece imposible frente a unos All Blacks que han venido de menos a más en el torneo, tras caer en el debut ante la anfitriona Francia.
Los sudamericanos rompieron el maleficio en 2020 frente a los neozelandeses y repitieron la dosis el año pasado en Christchurch, pero los del reto de la siempre esperada “Haka” resultan un hueso muy duro de roer en estas instancias.
El terreno dirá la última palabra, en un duelo para el que Argentina anunció un cambio, el regreso a la titularidad del medio scrum Gonzalo Bertranou, respecto al equipo que barrió en cuartos los pronósticos mandando a casa a la invicta Gales 29-17.
Por su parte, Nueva Zelanda alineará con dos cambios, Mark Telea y Sam Whitelock, en relación con el XV que derrotó en la anterior fase 28-24 a la líder del ranking universal, Irlanda.
Mañana en la otra semifinal, el público verá todo un clásico centenario en el rugby, la Inglaterra de La Rosa y los Springboks de Sudáfrica, los monarcas vigentes y favoritos después de eliminar a una Francia que quería más.
El desafío particular favorece a los también tricampeones del orbe africanos, quienes han vencido a los ingleses en cuatro de los cinco partidos celebrados entre ellos en mundiales.
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