Inmediatamente después de la votación, donde 16 de los 82 diputados estuvieron a favor de la moción de censura, el presidente del Parlamento, Igor Grosu, anunció que el Gabinete de Ministros “cuenta con el apoyo del Parlamento”.
La oposición basó su propuesta en la crisis económica y el estado de emergencia que persisten desde hace tres años, y acusó al Gabinete de Ministros de tomar decisiones, eludiendo las leyes y no informar al Legislativo.
Por su parte, Recean acusó a la oposición de populismo. Según él, la crisis es causada por la debilidad de las instituciones y la corrupción que el Gabinete de Ministros “heredó”.
El Primer Ministro considera que los méritos de su Gobierno son el acceso de los productores moldavos al mercado europeo, la diversificación del suministro energético y el apoyo de los donantes occidentales.
En 2022, el proyecto de moción de censura contra el Gobierno de Moldavia tampoco recibió el número requerido de votos en el Parlamento del país, sin embargo, el entonces jefe de Gobierno renunció. El gabinete actual fue aprobado en febrero de 2023.
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