El diario recuerda que este es un país hiperendémico de dicha enfermedad, que afecta a su población con grandes brotes cada dos o tres años, y citó la reciente advertencia del Ministerio de Salud sobre “una explosión de gran magnitud”, marcada ya este año por unos ocho mil 700 casos.
“Tras un periodo de relativa tregua, de vuelta se van reportando los nuevos casos de dengue grave o hemorrágico, que fue detectado ya en la región y amenaza a nuestro país”, aseguró el diario.
Ese último serotipo “es siempre el que más preocupa entre todos los casos de dengue, subraya el periódico en un comentario titulado “Una problemática de nunca acabar: en puerta, otra epidemia de dengue de gran magnitud”.
Según HOY, la nación guaraní conoce de sobra los estragos que causa el DEN-3, ya que la epidemia del 2013 causó la muerte de 242 paraguayos, aunque en la actualidad los tipos que circulan son el DEN-1 y 2, más frecuentes, pero menos letales.
El dengue –afirma el diario- es una problemática grave que afecta a miles de paraguayos cada año, cuyos principales factores de propagación son “la falta de medidas preventivas, el agua estancada y la falta de conciencia sobre la importancia de eliminar los criaderos del mosquito transmisor, el Aedes aegypti”.
Entidades científicas y estudiosos locales advirtieron días atrás sobre la posible circulación masiva del serotipo DEN-3, cuyos síntomas surgen el cuarto y quinto días, con dolor abdominal, vómitos, incluso con sangre, respiración acelerada, sangrado de encías y nariz y fatiga.
Las sospechas de contagio con dengue hemorrágico en un niño de nueve años ratificaron a mediados de octubre esas alertas, tras el ingreso del menor en el hospital de la metropolitana localidad de Ñemby.
El director de ese centro de salud, doctor Nilton Torres, observó que el paciente padecía problemas hematológicos típicos de esa enfermedad viral.
La inmunóloga clínica y epidemióloga paraguaya Águeda Cabello alertó horas antes sobre un posible resurgimiento del dengue de tipo visceral o grave en la región, que pudiera apreciarse también en el país.
Resaltó la posibilidad de una epidemia “importante” del padecimiento arboviral (transmitido por mosquitos), teniendo en cuenta que normalmente el ciclo epidémico de la enfermedad acá es de unos cuatro años y la última gran epidemia fue en 2019.
npg/apb
