“En un contexto de crecientes tensiones políticas, dependencia cada vez mayor de la potencia ocupante (Israel) y estancamiento del proceso de paz, la economía palestina siguió funcionando por debajo de su potencial en 2022, al tiempo que se intensificaban otros problemas persistentes”, alertó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
Aunque el Producto Interno Bruto (PIB) palestino creció 3,9 puntos porcentuales durante el año pasado, el real per cápita resultó 8,6 por ciento inferior al registrado antes de la pandemia de la Covid-19.
En la Franja de Gaza, el PIB real per cápita se situó en 11,7 por ciento por debajo del nivel de 2019 y cerca de su nivel más bajo desde 1994, acotó el estudio.
Con la subida de los precios mundiales de los alimentos y la energía, los hogares más pobres sufren de forma desproporcionada porque los alimentos representan la parte mayor de su gasto total, acotó el texto.
“Tres décadas después de los Acuerdos de Oslo, la esperada convergencia entre la economía palestina y la israelí sigue obstruida por las políticas de ocupación. Por el contrario, las dos economías han divergido, y el PIB per cápita palestino representa solo el 8,0 por ciento del israelí”, subrayó la fuente.
En opinión de la Untacd, “la excesiva dependencia del empleo precario en Israel y los asentamientos expone a la economía palestina a los choques en un entorno volátil caracterizado por frecuentes crisis”, mientras la falta de espacio monetario y fiscal deja poco margen para una respuesta política eficaz a los choques y las crisis.
Durante tiempos pretéritos, recordó la agencia, la ayuda de los donantes contribuyó a mitigar el impacto de la ocupación; sin embargo, en 2022 el Gobierno palestino solo recibió 250 millones de dólares en concepto de ayuda presupuestaria de los donantes y 300 millones de dólares para proyectos de desarrollo.
Esto, subrayó la Untacd, supone un fuerte descenso, desde un total de dos mil millones de dólares, o el 27 por ciento del PIB en 2008, a menos del 3,0 por ciento del PIB en 2022.
A juicio del organismo, el panorama de Gaza muestra los efectos de “una década y media de desarrollo suprimido”: desde junio de 2007, la zona ha sufrido varias operaciones militares y está sometida a un cierre terrestre, marítimo y aéreo.
De 2006 a 2022, el PIB real per cápita de Gaza decreció 27 puntos porcentuales, mientras su participación en la economía palestina se contrajo del 31 al 17,4 por ciento.
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