Léo Indio, como se conoce al consanguíneo de Flavio, Carlos y Eduardo Bolsonaro, aparece entre las personas que incitaron, participaron y fomentaron los episodios antidemocráticos del 8 de enero, en Brasilia, cuando el Palacio Presidencial, el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal (STF) fueron invadidos y depredados.
En la ocasión, el joven registró su participación en las acciones golpistas en las redes sociales con una foto en la rampa del Parlamento.
Después de la repercusión negativa, llegó a editar la leyenda de la publicación, explicando su presencia en la capital en aquella fecha.
«Quien tiene historial de destruir patrimonio público es la izquierda. Se centrarán en el vandalismo, ciertamente. Pero sabemos la verdad», escribió.
No es la primera vez que Léo Indio es blanco de Lesa Patria. En enero, el sobrino del exgobernante fue blanco de la tercera fase de la operación. No tiene educación superior y dijo que su ocupación era de vendedor.
El diario Folha de Pernambuco asegura que en el pasado llegó a ser asesor del concejal Carlos Bolsonaro y ocupó cargos de confianza en los gabinetes del senador Chico Rodrigues y del liderazgo del Partido Liberal en el Senado Federal. En julio del año pasado, fue exonerado. También en 2022, intentó ser elegido como diputado de distrito bajo el apodo de Léo Bolsonaro.
No tiene el apellido del expresidente por ser hijo de una hermana de Rogéria Nantes, exesposa del político ultraderechista y madre de Carlos, Eduardo y Flavio.
En la época, no declaró bienes a la Justicia Electoral. En el pleito, obtuvo mil 801 votos y no conquistó una vacante en la Cámara Legislativa del Distrito Federal (DF).
Según la PF, en total deben ser cumplidas cinco órdenes de detención y 13 de búsqueda y decomiso contra 12 investigados, expedidos por el STF.
Los blancos están en los estados de Mato Grosso, Sao Paulo, Río de Janeiro y el DF.
Bajo gritos de intervención militar y rechazo a la asunción del poder del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, adeptos radicales de Bolsonaro irrumpieron violentamente y saquearon el 8 de enero, fecha marcada en negro en la historia nacional, las sedes capitalinas de los Tres Poderes.
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