La majestuosa instalación, con 80 mil asientos, será escenario del choque que los equipos semifinalistas quisieran evitar, pero para los sudamericanos dirigidos por Michael Cheika representa la oportunidad de igualar su mejor resultado histórico, el bronce en 2007.
No así para los ingleses, quienes salieron campeones en 2003 y fueron segundos tres veces.
En mundiales de rugby será el quinto juego entre estos equipos, todos ganados por La Rosa, incluyendo el 27-10 del 9 de septiembre en Marsella, en el debut de ambas selecciones en la copa, hace casi 50 días.
Inglaterra estuvo liderada entonces por un inmenso George Ford, quien esta noche no será titular, porque su plaza será ocupada por el estelar capitán Owen Farrell, sancionado en aquel partido.
Argentina viene de caer apabullada 44-6 por los All Blacks de Nueva Zelanda en semifinales, mientras su rival cayó in extremis 16-15 frente a la campeona vigente Sudáfrica, después de tener ventaja hasta las postrimerías del encuentro.
El técnico Cheika comentó durante la semana que el objetivo de Los Pumas es llegar lo más lejos posible, el tercer lugar.
“Es importante alcanzar esta medalla de bronce. Por nosotros, por todo lo que hemos hecho y por el país”, dijo el entrenador australiano.
Por su parte, el coach de Inglaterra, Stephen Borthwick, anunció varios cambios en la alineación, incluyendo a jugadores jóvenes, de cara a la meta de preparar el futuro.
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