Un comunicado del Ministerio para Relaciones Exteriores informó de ello a la comunidad internacional y a las empresas transnacionales energéticas.
La República Bolivariana instó a todos los actores privados transnacionales, de manera formal y categórica, “a evitar cualquier incursión en dicho espacio marítimo”, ya que constituye una violación a sus derechos soberanos, su orden constitucional y al Derecho Internacional Público.
Señaló que el Gobierno guyanés asume “una temeraria política de asociación con el Comando Sur de Estados Unidos” para el despliegue, no autorizado, de ejercicios militares en la zona, lo cual se constituye hoy, en la mayor amenaza a la paz y estabilidad de la región del Caribe.
Esto “agrava estas acciones y generan riesgos importantes que deben ser disipados, solo a través del diálogo directo entre las partes”, indicó el texto.
Venezuela, fiel a su doctrina de paz, insistió ante el Gobierno de Guyana, el establecimiento de un diálogo directo, que permita encontrar las vías para el restablecimiento del Derecho Internacional, “violado con el otorgamiento de licencias petroleras en un espacio marítimo no delimitado hasta la fecha”.
Anunció también a la comunidad internacional que continuará con sus esfuerzos diplomáticos, en la defensa de sus derechos históricos.
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