Los beneficiarios con el proyecto son Antigua y Barbuda, Barbados, Jamaica y San Cristóbal y Nieves, naciones que reconocen la importancia de monitorear el impacto de las intervenciones del nexo agua-energía-alimentos sobre la seguridad alimentaria y el uso de los recursos.
La capacitación, impartida por los doctores Lia van Wesenbeeck y Ben Sonneveld promovió la gestión de los recursos hídricos para aumentar la productividad agrícola; y abordó el desafío de la baja productividad en pequeña escala, destacó la fuente.
Princess Lee, coordinadora del proyecto en Jamaica, afirmó que esta iniciativa permitirá seguir el impacto de las actividades; mientras una de las beneficiarias, Karine Smith, señaló que ahora comprende por qué la información y la evaluación son importantes para la producción de cultivos y la seguridad alimentaria en su país.
Lo anterior forma parte del proyecto Caribe Resiliente, impulsado por la FAO y Países Bajos, que tiene como propósito mejorar la adaptación al cambio climático de la agricultura, los sistemas alimentarios y las comunidades vulnerables en las naciones caribeñas.
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