Virani señaló que la nación pagó el alto precio de la guerra interna y aprendió el valor de la paz, y aseguró que la ONU está lista y al servicio del pueblo angoleño tanto para promover la prosperidad, como para ayudar al continente a acercarse a las ideas de la Carta de la ONU y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En el acto, efectuado en la sede de la Cancillería angoleña, la representante agradeció que aun cuando se celebrara unos días después (la fecha es el 24 de octubre), el país no pasara por alto el momento en que el mundo hizo la promesa de no repetir el horror de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Significó que la humanidad atraviesa por un momento complejo, en el cual parece lejos de alcanzar la paz, la igualdad y la prosperidad que se le prometió, y donde las balas y las bombas no son las únicas cosas que amenazan con robar las sonrisas de los rostros de niños inocentes.
Enumeró la necesidad de invertir en la salud, educación y la protección social, y felicitó al Gobierno angoleño por su nuevo Plan Nacional de Desarrollo, que sitúa la inversión en capital humano en el centro de la acción.
Afirmó que la ONU en Angola acaba de desarrollar su próximo Marco de Cooperación, y subrayó el compromiso contraído junto al Gobierno, los socios, los donantes y la sociedad civil, para invertir en las personas, la prosperidad, el planeta y la paz.
La secretaria de Estado de Relaciones Exteriores, Esmeralda Mendonça, reconoció en nombre de su país el trabajo duro del personal de la ONU en todo el mundo para salvar millones de vidas.
“Gracias a su labor más de 160 millones de personas en el mundo reciben alimentos y asistencia humanitaria; proporciona vacunas para casi la mitad de los niños, lo que ayuda a salvar tres millones de vidas cada año; además de brindar asistencia y protección a más de 117 millones de personas que huyen de la guerra, el hambre y la persecución”, apuntó.
Sin embargo, consideró que se necesita una ONU más fuerte, con órganos transparentes en sus procesos, y mayor agilidad para hacer frente a amenazas como el robo de la propiedad intelectual, el uso de armas nucleares, los efectos del cambio climático, y la seguridad alimentaria y energética, entre otros.
Cada aniversario es un momento para conmemorar los éxitos, pero con ojos claros para cuestionar los puntos fuertes y débiles de la institución, analizar y aprender de sus fracasos, añadió.
Ratificó el compromiso de su país con el sistema internacional con la ONU en su centro y apoyará que la organización desempeñe un papel más importante en los asuntos internacionales.
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