Esta postura fue expresada por el encargado de negocios en funciones de la Delegación Permanente de Siria ante las Naciones Unidas, Al-Hakam Dendi, citado por los medios de prensa aquí.
Siria pide una condena explícita del Consejo de Seguridad a estos ataques y que sus autores rindan cuentas, dijo el diplomático.
Consideró que la protección y el apoyo brindado por Estados Unidos y otros países occidentales al ocupante los convierte en cómplices en sus crímenes y graves violaciones del derecho internacional.
Por otro lado, denunció que Israel continúa su empeño por incendiar la región al bombardear en cuatro ocasiones y en menos de 10 días, los aeropuertos civiles internacionales de Damasco y Alepo.
También, repudió las ilegales medidas coercitivas unilaterales impuestas por Occidente a Siria, y afirmó que las mismas privan a su pueblo de sus derechos a la alimentación, salud, educación y desarrollo y le causan gran sufrimiento económico y humanitario.
Asimismo, condenó el saqueo de las riquezas nacionales por parte de las fuerzas de Estados Unidos presentes ilegalmente en el este y nordeste de Siria.
Consideró que superar las secuelas de la crisis y la guerra en Siria requiere de una voluntad política sincera por parte de algunos estados miembros del Consejo de Seguridad para detener los repetidos ataques israelíes, poner fin a la presencia extranjera ilegal y levantar inmediatamente las medidas coercitivas occidentales.
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