Ambas urbes, pertenecientes a la provincia costera de Guayas, registran este año picos de más de 200 muertes violentas por mes, de acuerdo con ese estudio.
El documento especificó que Durán suma en lo que va del año 257 muertes violentas y una tasa de 84,56 homicidios por cada 100 mil habitantes, mientras que Guayaquil registra mil 867 asesinatos y una tasa de 67,97 homicidios por 100 mil habitantes.
Recientemente, el ministro del Interior, Juan Zapata, reiteró que el 90 por ciento de las muertes violentas en áreas como la denominada Zona 8, que comprende las ciudades de Guayaquil, Durán y Samborondón, es a causa de la violencia criminal.
Zapata detalló que se trata de corredores de tránsito, acopio y salida de droga, además de zonas de consumo de los estupefacientes que se quedan en la nación sudamericana, como parte del pago de los carteles internacionales a las bandas locales.
Por su parte, el alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, señaló que la lucha contra la delincuencia organizada en ese territorio necesita del “músculo” del Gobierno Nacional.
La delincuencia también se combate invirtiendo mucho en los barrios violentados, con planificación, prevención e inversión en arte, cultura y deporte, dijo Alvarez.
El recién electo presidente Daniel Noboa recibe una nación con la violencia al alza, con más de seis mil asesinatos en el presente año, incluido un candidato a la presidencia, alcaldes y funcionarios públicos.
El nuevo gobernante anunció durante su campaña que implementará un denominado Plan Fénix, que consiste en crear una central única de inteligencia y equipar con armas y tecnología a la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas.
Entretanto, existen pocas luces sobre cómo en la práctica el joven mandatario encauzará tamaños problemas que, como afirman analistas y ciudadanos, son imposibles de resolver en poco más de un año.
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