Dedicada al control de esa actividad, esa entidad en colaboración con la Universidad de Maryland declaró que 4,1 millones de hectáreas de bosques tropicales primarios desaparecieron de la Tierra en el año 2022, lo que significa un incremento del 10 por cienro respecto al año anterior.
La destrucción de esas florestas es fruto de una combinación de la deforestación y los incendios forestales, precisó el documento.
Dicho informe, elaborado a partir de imágenes satelitales, destacó que el 43 por ciento de los bosques tropicales arrasados (1,8 millones de hectáreas) fueron localizados en Brasil, principalmente en la Amazonía, por lo que ese país fue señalado como el mayor deforestador de ese tipo de vegetación del mundo.
Además, señaló que es muy urgente mantener una buena salud de los bosques, ya que nos ayudan a reducir el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera. Según la investigación de Global Forest Watch del World Research Institute, los bosques tropicales primarios devastados en 2022 emitieron dos mil 700 millones de toneladas de CO2 al ambiente, una cifra equivalente a las emisiones de combustibles fósiles de India.
Las selvas son ecosistemas forestales que brindan diversos servicios a la población mundial, apoyan el equilibrio del ciclo del agua, además de contribuir enormemente a la adaptación y mitigación de los efectos del cambio climático.
También cumplen una función sumamente importante para los seres humanos: procesan el carbono y lo convierten de nuevo en oxígeno, limpiando el aire para poder respirar el aire, y son sumideros de carbono, depósitos naturales que absorben el carbono de la atmósfera.
El área total de bosques es aproximadamente un 30 por ciento de la superficie terrestre del planeta, lo que equivale a cuatro mil millones de hectáreas, en tanto los bosques tropicales son los ecosistemas con mayor biodiversidad, a pesar de ocupar el dos por ciento del planeta, donde habita más del 50 por ciento de los seres vivos del planeta.
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