Después de tres años de dificultades, culminó la reparación del incinerador de residuos hospitalarios, ecológicamente sano, del Centro Cardiopediátrico del Hospital William Soler, de la capital cubana, significó en un mensaje difundido aquí el presidente de la entidad, Don Sutherland.
La nota recuerda que, en nombre de la solidaridad, logramos la instalación original del incinerador hace unos 12 años, como un acto de desafío contra el injusto y abrumadoramente condenado bloqueo estadounidense a Cuba.
Hoy, con el apoyo de la compañía canadiense Eco Incinerator Services, el incinerador puede utilizarse para destruir eficientemente los desechos hospitalarios con una liberación mucho menor de carbono a la atmósfera y otros beneficios ecológicos, y el personal cubano está capacitado para su operación, mantenimiento y reparaciones.
Además de a Eco Incinerator Services, Sutherland agradeció el respaldo de EcoWaste Solutions, en Canadá, y de representantes de la Union Aid Abroad de Australia para superar las dificultades que, como consecuencia del cerco norteamericano, hicieron que la culminación de este proyecto fuera más difícil de lo necesario.
También reconoció el apoyo y asesoramiento brindado por la embajada de Cuba aquí y por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos para llevar a feliz término el empeño.
El proyecto de resolución sobre la necesidad de poner fin al bloqueo estadounidense, presentado ayer por Cuba ante la Asamblea General de Naciones Unidas, puntualiza que los daños ocasionados a los servicios de salud por más de 60 años de aplicación de esta cruel política sobrepasan los tres mil 625 millones de dólares.
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