De tal forma, el comercio bilateral de bienes se multiplicó por 35 durante la etapa en análisis, indicó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), al presentar un informe sobre las perspectivas de la región.
Las exportaciones con destino al gigante asiático estuvieron compuestas casi exclusivamente por recursos naturales en bruto y procesados, mientras que en el terreno de las importaciones primaron las manufacturas, precisó la fuente.
Entre los surtidos más vendidos, distinguió los porotos de soja, los minerales de hierro y cobre, el petróleo, los cátodos de cobre y la carne bovina, los cuales representaron el 72 por ciento de las exportaciones regionales a China, provenientes en la mayoría de los casos de Suramérica.
La creciente penetración de las manufacturas chinas en el área amplió el acceso para los hogares y las empresas, pero también desplazó producciones internas, lo que profundizó la especialización primario-exportadora, especialmente en América del Sur, sopesó la Cepal.
A juicio del organismo, el sector de los alimentos ofrece las mejores perspectivas para diversificar y sofisticar la oferta exportadora a China en el corto plazo.
Para ello, recomendó abordar las barreras no arancelarias existentes y fortalecer la inteligencia de mercado con el propósito de satisfacer mejor las necesidades y gustos de los consumidores chinos.
Asimismo, instó a los países de la zona a atraer inversión extranjera directa hacia actividades de procesamiento de recursos naturales estratégicos, en beneficio de los encadenamientos productivos con las actividades manufactureras.
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