Por primera vez en su historia, el apodado Tricolor gana la competición continental. Los argentinos fueron en busca de su séptimo cáliz en el legendario estadio Maracaná de Río de Janeiro, pero no pudieron.
El partido tuvo un primer tiempo muy forcejado, con dominio alterno, pero mejor los anfitriones sin situaciones claras de gol y solo peligrosas casi al final del periodo.
A los 36 minutos y sobre la izquierda, Marcos da Silva França, conocido como Keno, desbordó y metió un centro al corazón del área para la entrada de Germano Cano, quien remató, gritó y puso el 1-0. Explotó el Maracaná.
Cano llegó a las 13 dianas en esta edición y quedó como máximo artillero de la copa. Ambos equipos fueron al descanso con el uno a cero en la pizarra a favor del Flu.
Sin cambios en las alineaciones comenzó el segundo parcial y el Boca salió a buscar la igualada.
A los 50 minutos se va de la cancha el histórico central brasileño Felipe Melo, que parece adolorido. Entra Marlon de reemplazo.
Empieza a jugarse fuerte y en medio de ataques del Flu y la contra de Boca, salen estelares veteranos como el uruguayo Edinson Cavani y el brasileño Marcelo.
A los 72 minutos, el lateral peruano Luis Advincula cargó por la derecha, tiró para la zurda y pateó hacia la esquina derecha del guardameta Fábio Deivson. Se empató a uno el cotejo.
Solo a minutos del pitazo final, el lateral Diogo Barbosa tuvo la oportunidad del juego, pero pateó hacia fuera y se siguió para la prórroga.
En el primer tiempo de la dilación, el inquieto Kennedy desempató el partido con un golazo en el área y finalmente el Flu se bebió por dos goles a uno la Copa Libertadores.
Para llegar a esta final, los dos equipos tuvieron campañas opuestas.
El Flu llegó motivado de una clasificación heroica en las semifinales contra el Internacional.
Fueron seis juegos de mata-mata (decisivos), cuatro victorias y dos empates.
En general, desde que avanzó para la finalísima, jugó seis partidos por el torneo Brasileiro, perdió cuatro, igualó uno y ganó uno.
Boca Juniors entró en esta final sin ganar ningún duelo mata-mata. Fueron seis cotejos y seis empates, con la clasificación llegando a través de los penales.
Desde la clasificación para la decisión, los llamados Xeneizes jugaron cinco partidos, ganaron uno, empataron dos y perdieron dos.
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