Quienes tienen dispositivos con conexión a Internet ni se percataron en la madrugada del cambio, porque automáticamente a las 02:00, hora local, retrocedieron las manecillas de los relojes y se ganó una hora de sueño.
Terminó así de manera oficial el horario vigente desde marzo, conocido en inglés como «Daylight saving time».
Los cambios de horario tienen la finalidad de aprovechar al máximo la luz solar y reducir el consumo de energía.
En la temporada de verano el sol dura más y se adelanta una hora para contar con la presencia del Astro rey por más tiempo; pero en invierno es necesario volver a la hora normal para garantizar luz solar más temprano porque de contrario ya entrada la mañana parecería de noche.
Por años, Estados Unidos observó el horario de verano desde el primer domingo de abril hasta el último domingo de octubre; sin embargo, en 2005, el entonces presidente George W. Bush prorrogó el horario de verano cuatro semanas más, una modificación que entró oficialmente en vigor en 2007.
Una peculiaridad es que aquí los estados no están obligados por ley a seguir el horario de verano, y es así como Hawai y también la mayor parte de Arizona no lo adoptan, mientras Florida y California trabajan para seguir el horario de verano durante todo el año.
A su vez avanzan en el Congreso los planes para hacer permanente ese sistema horario, pues en marzo de 2022 el Senado aprobó un proyecto de ley en este sentido de manera unánime, pero debe avalarlo la Cámara de Representantes y luego pasar al presidente Joe Biden para convertirlo en ley.
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