Los expertos encuestaron a más de 400 mil adultos registrados en el Biobanco del Reino Unido sobre su consumo de sal y percibieron que durante una media de 11,8 años de seguimiento se desarrollaron más de 13 mil casos de diabetes tipo 2, entre los sujetos de análisis.
En comparación con los que «nunca» o «rara vez» utilizaban sal, los participantes que «a veces», «a menudo» o «siempre» añadían sal a su comida tenían un riesgo mayor de 13, 20 y 39 por ciento, respectivamente, de desarrollar diabetes tipo 2, citó Amazings.
«Ya sabemos que limitar el consumo de sal puede reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares e hipertensión, pero este estudio demuestra por primera vez que quitar el salero de la mesa también puede ayudar a prevenir la diabetes tipo 2», destacó Lu Qi, miembro del equipo de investigación.
En opinión de Qi, la sal incita a la gente a comer más, lo que aumenta las probabilidades de desarrollar factores de riesgo como la obesidad y la inflamación.
La pesquisa también halló una asociación entre el consumo frecuente de sal y el peso corporal excesivo.
Según el especialista, el próximo paso en esta línea de investigación será realizar un ensayo clínico, controlando la cantidad de sal que consumen los participantes y observar los efectos.
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