El estudio no halló diferencias en la movilidad o morfología de los espermatozoides entre los diferentes tipos de usuarios de teléfonos y tampoco encontró evidencia alguna que indicara que guardar el móvil en el bolsillo desempeñe un papel en la concentración de esperma.
La pesquisa se realizó entre 2005 y 2018, y mostró que el vínculo entre ambos aspectos fue mayor en los primeros años del estudio, citó Fertility and Sterility.
Para los expertos este patrón está en línea con la transición a nuevas tecnologías, principalmente de 2G a 3G y 4G, y la correspondiente disminución en la potencia de salida del teléfono.
Con estos resultados a mano, agregan los teléfonos móviles a una larga lista de factores que otros investigadores han descubierto que podrían afectar la fertilidad: tabaquismo, obesidad, alcohol, estrés psicológico y los llamados químicos alteradores endocrinos que se encuentran en pesticidas y envoltorios de plástico.
El análisis puede ofrecer alguna evidencia de que los campos electromagnéticos de radiofrecuencia (RF-EMF) emitidos por los teléfonos móviles estarían asociados con un menor recuento de espermatozoides.
rgh/lpn