Los manifestantes se concentraron también frente a la embajada de Estados Unidos, a unos pocos metros de El Ángel, y acusaron al gobierno de ese país de coautor de la masacre y de burlarse de la gente al aparentar piedad por las víctimas mientras aumenta su apoyo al gobierno genocida de Netanyahu a quien le gritaban asesino.
Denunciaron también el estrecho asedio de Israel a Gaza que ha bloqueado la entrada de bienes, como agua, alimentos y combustible, dejando a más de dos millones de personas en la Franja luchando por sobrevivir.
La catástrofe humanitaria derivada de los 16 años de bloqueo ilegal de Israel sobre la Franja de Gaza ocupada solo va a empeorar si no cesan inmediatamente los combates, señalaron oradores megáfono en mano.
Pidieron un alto el fuego con el objetivo de poner fin a los ataques ilegítimos de todas las partes, detener el creciente número de muertes en Gaza y permitir a las agencias humanitarias hacer llegar a la Franja ayuda vital, agua y suministros médicos para hacer frente a los altos niveles de sufrimiento humano.
También ello permitiría que los hospitales reciban los medicamentos vitales, el combustible y los equipos que necesitan desesperadamente y que se reparen las salas dañadas.
Además, dijeron, ofrecería oportunidades para negociar la liberación de los rehenes detenidos en Gaza y para que se lleven a cabo investigaciones internacionales independientes sobre los crímenes de guerra cometidos por todas las partes, con el fin de acabar con la impunidad de larga data, que seguirá alimentando nuevas atrocidades.
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