“No hay altura que valga”, declaró en nombre de sus compañeros, el mediocampista Renato Tapia, del Celta de Vigo, España, al señalar que “sea arriba o abajo”, buscarán con decisión la victoria, aunque señaló que no será un partido sencillo, pues Bolivia siempre ha sido un rival muy complicado.
“Estamos prácticamente en las mismas condiciones”, aseveró, en alusión a que ambos rivales están en el fondo de la tabla de posiciones del torneo premundialista suramericano tras cuatro juegos, Perú penúltimo, con solo un punto, y Bolivia último, sin unidades.
Sobre el poco entusiasmo de la prensa deportiva y los aficionados peruanos respecto al partido del jueves próximo, por los malos resultados de su equipo, Tapia dijo que el grupo peruano “sabe manejar estas situaciones” y en circunstancias como la actual sabe “sacar la jerarquía”.
El jugador saludó también la llegada de los jugadores emigrados convocados por el entrenador de Perú, Juan Reynoso, y dijo que hay buen estado de ánimo en el equipo.
Desde muy temprano arribaron uno por uno los delanteros Paolo Guerrero, capitán y goleador del combinado rojiblanco, del club LDU de Ecuador; el ítalo-peruano Gianluca Lapadula, del Cagliari de Italia, y Santiago Ormeño, del Juárez de México.
También llegaron los defensas Luis Advíncula, del Boca Juniors de Argentina, y el danés-peruano Oliver Sonne, del Silkeborg IF de Noruega.
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