“Más que argumentos, fueron mentiras y manipulaciones”, subrayó la vicemandataria a la salida de la Corte, una vez el país vecino presentó sus alegatos ante el tribunal.
Rodríguez declaró a la prensa que la solicitud de Guyana de pretender que el pueblo de Venezuela no vote el 3 de diciembre en el referendo consultivo constituye “una especie de instrumentalización y de colonialismo judicial”.
Afirmó que quieren convertir a la CIJ en el instrumento que detenga la consulta popular y pedir que el pueblo venezolano no vote.
Ajuicio de la alta funcionaria, eso es “absolutamente extraordinario, inaudito, asombroso, bárbaro”, venir a La Haya a entrometerse en los asuntos internos de Venezuela y de su orden interno constitucional.
La también ministra de Economía, Planificación y Comercio Exterior manifestó sentirse “muy asombrados” porque ellos no solo son herederos de un territorio que le robó el Reino Unido a Venezuela, sino que “heredaron también ese estirpe de arrogancia imperialista y colonialista”.
Escuchamos como mintieron y manipularon las “hermosas marchas” que está haciendo la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) junto al pueblo, por las calles, en los barrios, en los pueblos y en las ciudades.
Para ellos es una amenaza cuando la FANB, Constitución en mano, está convocando al pueblo a participar en el referendo consultivo, añadió.
Significó que no hablaron ni mencionaron los ejercicios militares conjuntos entre el Comando Sur de Estados Unidos y las fuerzas militares de Guyana, “de eso no hablaron nada”.
La vicepresidenta adelanto que mañana la República Bolivariana va a “dejar muy claro la postura de nuestro pueblo y de nuestro país”, cuando presenten ante la Corte su defensa.
Subrayó que ellos pagaron “inmensas sumas de dinero” para criminalizar lo que ha sido la posición histórica de Venezuela sobre “no someter de manera automática y obligatoria” esta controversia territorial al conocimiento de la Corte.
Rodríguez señaló que desde 1899 su país venía de un fraude mediante una sentencia arbitral y entonces decidió que los “asuntos de altísima trascendencia, como su proceso de independencia e integridad territorial, nunca lo someterían a decisiones de terceros”.
Por eso, remarcó, en 1966 se firma el acuerdo de Ginebra, pero “Guyana no ha sido transparente y ha manipulado y victimizado”.
Nosotros nunca hemos reconocido el Laudo Arbitral fraudulento de París 1899 y no lo vamos a validar, esa ha sido nuestra posición histórica, recalcó.
Alertó que la comunidad internacional está ante la «peligrosísima amenaza y riesgo» de que las constituciones de nuestros países sean derogadas porque “sencillamente a un país no le gusta que el pueblo sea consultado”, en este caso el venezolano, acotó.
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