De acuerdo con una nota publicada en el sitio oficial de la CGIL, el llamado a ese paro se realiza de manera conjunta con la Unión Italiana del Trabajo, otro de los gremios más importantes de esta nación europea, y entre las demandas se encuentra una reforma fiscal y de las pensiones, así como el aumento salarial.
También se incluye la petición de incrementos en las inversiones en salud y educación, lucha contra la precariedad, tributación de los beneficios, opciones de política industrial, y en general “se apoya un proyecto de cambio para el país poniendo en primer lugar a los jóvenes, a las personas, al trabajo”, señalan los organizadores.
El paro afectará entre las 09:00 y las 13:00, hora local, los servicios ferroviarios, así como la navegación fluvial y marítima, además del transporte en autobuses y metro en las ciudades.
En los servicios de la administración pública y en las escuelas la huelga durará ocho horas o durante todo el turno de trabajo, y de acuerdo con un portavoz de la Federación de Trabajadores de la Educación, a partir de las 09:30, hora local, se realizarán manifestaciones en más de 40 ciudades italianas.
Se unirán a esas demostraciones los afiliados a la Unión de Estudiantes, cuya coordinadora nacional, Bianca Chiesa, señaló en declaraciones a medios informativos que “la educación es un derecho básico y lo reivindicamos firmemente”.
Por su parte, Paolo Notarnicola, líder de la Red de Estudiantes de Escuelas Intermedias, argumentó la participación de esa organización en el paro al señalar que “cada día el futuro de nuestra generación se vuelve cada vez más precario” y añadió que “hay que frenar las reformas que están privatizando la formación en nuestro país.
“No aceptaremos decisiones tomadas sobre nuestra piel, no nos quedaremos mirando”, agregó Notarnicola.
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