“Quiero decirles a aquellos, antipatrias, a la quinta columna que siempre ha existido a lo largo de la historia: no pierdan su tiempo golpeando los cuarteles en busca de kalimanes, ya no hay kalimanes, no pierdan su tiempo”, afirmó el jerarca militar.
De esa forma el general Zúñiga evocó críticamente la actitud del excomandante de las Fuerzas Armadas bolivianas Williams Kaliman, quien el 10 de noviembre de 2019 se sumó a la conspiración golpista y pidió públicamente la renuncia del expresidente Evo Morales, lo cual junto a un motín policial resultó el toque final para su dimisión.
El alto cargo rechazó a los “antipatrias” en un discurso por el aniversario 213 del Ejército en presencia del presidente, Luis Arce.
Durante el acto celebrado en el Patio de Honor del Colegio Militar en el barrio de Irpavi, zona sur de La Paz, Zúñiga reiteró el compromiso constitucional de los militares en la defensa de la integridad de Bolivia ante afanes desestabilizadores y pretensiones sobre los recursos naturales del Estado Plurinacional.
“Hermano presidente, aquí se encuentra el glorioso Ejército de Bolivia, firmes desde el último soldado hasta el último general, firmes ante la Constitución Política del Estado cuya misión que nos encomienda es defender al Gobierno legalmente constituido”, sostuvo.
En el acto también conmemorativo del aniversario de la Batalla de Aroma el 14 de noviembre de 1810, Zúñiga recordó que, con su voto en las elecciones de 2020, el pueblo dio al Ejército el mandato de que Arce es “el presidente y capitán general” de las Fuerzas Armadas.
Respoecto a las unidades militares movilizadas en la extinción de incendios forestales en los departamentos de La Paz y el Beni, alertó contra sectores empeñados en desestabilizar al Gobierno nacional.
“El antipatria y las elites andan desesperados por incendiar para, de esta manera, desestabilizar nuestra patria, ocasionar gastos económicos, desgastar a sus fuerzas legales”, aseguró el oficial de alta jerarquía.
Criticó que a esos elementos no les interesa el medio ambiente ni los cientos de animales carbonizados, y comprometió en su defensa al Ejército.
Advirtió que se trata de una situación similar a la de 2019, cuando en la antesala del golpe de Estado resultaron incendiadas más de cinco millones de hectáreas de bosque.
Indicó que con este tipo de acciones se busca un “pretexto para que intereses foráneos lo usen como un argumento y busquen devolver el poder a capitales extranjeros y organizaciones civiles neocoloniales envueltas en trajes y discursos ecologistas y ambientalistas”.
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