Según los datos de la Red de Observatorios de Seguridad, del Centro de Estudios de Seguridad y Ciudadanía (Cesec), al considerar solo quienes tienen color/raza declarada, la proporción de negros muertos asciende a 87,4 por ciento.
La investigación se basa en estadísticas proporcionadas por las fuerzas del orden público de Río de Janeiro, Sao Paulo, Bahía, Pernambuco y Ceará, Piauí, Maranhão y Pará.
Constató que la Policía de Bahía (nordeste) fue la más letal el año pasado, con mil 465 eliminados (mil 183 tenían color/raza informada).
De esa cantidad, mil 121 eran negros. Además, 74,21 por ciento de las personas muertas en esa división territorial tenían entre 18 y 29 años.
El segundo estado con más letalidad policial contra negros es Río, con mil 42 muertos, luego aparece Pernambuco (631).
De acuerdo con el coordinador del Cesec, Pablo Nunes, la mayor incidencia de muertes de negros por acciones policiales está influenciada por el racismo estructural.
«Los negros son la gran parte de los muertos por los policías. Cuando se comparan esas cifras con el perfil de la población, se ve que hay mucho más negros entre los muertos por la policía que en la población”, refirió.
Señaló que este factor se explica fácilmente por el racismo estructural y «la anuencia que la sociedad tiene en relación con la violencia practicada contra el pueblo negro», comentó Nunes a la estatal Agencia Brasil.
Otro dato que llamó la atención de los investigadores resultó la subnotificación de la información racial, pues de las cuatro mil 219 incidencias policiales del período analizado, uno de cada cuatro no tenía la declaración sobre color.
Tal escenario fue observado principalmente en Maranhão, Ceará y Pará. En ese sentido, según la tesis, el número de muertes de personas negras por violencia policial puede ser mayor que el divulgado, por causa de la falta o escasez de informaciones de raza/color en muchos estados.
Para el coordinador, «la dificultad de ser transparente con esos datos también revela otra cara del racismo, que es la cara de no ser tratado con la debida preocupación que debería».
Explicó que «si la gente no tiene datos para demostrar el problema, la gente no tiene el problema y, si no hay problema, políticas públicas no necesitan ser diseñadas».
Datos del Foro Brasileño de Seguridad Pública de 2021 muestran que el 84 por ciento de las víctimas de muertes derivadas de intervenciones policiales eran negras.
Además, en el mismo año, mientras que la tasa de mortalidad de acciones policiales entre víctimas blancas cayó en 30 por ciento, la de negros subió 6,0.
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