Los votantes responderán, además, sobre otros asuntos polémicos como los derechos de la comunidad LGBTIQ+ y una propuesta de bloquear el presupuesto del bloque regional para Ucrania, si no libera fondos congelados de Budapest.
El cuestionario incluye 11 interrogantes y parten, entre otras cuestiones, de la acusación de que la UE quiere imponer sus políticas en Hungría.
Una de ellas, por ejemplo, pregunta si el país debe obstaculizar un plan del grupo comunitario alusivo al envío de un paquete de ayuda a Kiev con 50 mil millones de euros durante cuatro años.
Ello si no libera millones en ayuda a Budapest, congelados ante supuestos temores de que el Gobierno del primer ministro Viktor Orbán no mantuviera los estándares del Estado de derecho y los derechos humanos.
Desde su llegada al poder en 2010 la administración de derecha realizó numerosas consultas populares, percibidas por el Rjecutivo como el fortalecimiento de su postura al negociar al nivel europeo y la demostración del consenso nacional sobre asuntos políticos medulares.
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