De los 598 fallecimientos de féminas hay un alza significativa de los relacionados con parejas o exparejas, y el año 2023 es uno de los más mortíferos de los últimos cinco años para las mujeres, precisó la organización al manifestar su preocupación ante la situación de violencia contra el mal llamado sexo débil de forma masiva e inalterada.
Existe una narrativa negacionista del problema de la violencia e inseguridad, especialmente para las mujeres, y pese a la aprobación de un estado de “excepción”, y un descenso en el indicador de homicidios, las muertes violentas cometidas contra ellas en las relaciones de confianza, principalmente de pareja no han variado, agregó la red.
Según datos del Sistema Nacional de Datos, Estadísticas e información de violencia contra las féminas del Ministerio de Seguridad, la Oficina Nacional de Estadística y Censos y el Observatorio de Violencia contra las mujeres de ORMUSA, en 2019 se reportaron 230 feminicidios, de los cuales 17 fueron por relaciones de confianza.
Silvia Juárez, de la Redfem, citada por el diario Colatino, alertó que “todos los indicadores de violencia contra las mujeres no han tenido una alteración significativa a favor o que se desaparezca las inseguridades”.
Por el contrario, apuntó, “advertimos como en las muertes violentas de mujeres hay un aumento respecto a aquellas muertes cometidas en el marco de las relaciones de confianza, es decir, los homicidios disminuyen pero aquellas muertes asociada a parejas y ex pareja siguen a la alza”.
Por otra parte, registros administrativos de la Corte Suprema de Justicia, muestran que de 11 mil 935 procesos por violencia intrafamiliar que son abordados en tribunales de todo el país, el 83 por ciento son contra mujeres y en promedio, el 77 por ciento de los victimarios son hombres.
“Como se advierte, la situación de la violencia contra las mujeres en El Salvador es crítica y empeora no solo por el desmontaje y debilitamiento de los subsistemas de protección ante las violencias machistas por parte del Estado, si no por el uso de la institucionalidad para ejercer violencia directa, cultural y estructural contra las féminas”, planteó la Redfem.
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