Según un reciente sondeo de Gallup, Kennedy es el expresidente con mayor popularidad, seguido por Ronald Reagan con un distante 69 por ciento, George Bush padre (66 por ciento) y Barack Obama (63 por ciento).
Tal notoriedad es un sentimiento compartido por los estadounidenses hacia el mito que generó el mandatario demócrata, asesinado en Dallas, Texas, cuando contaba con apenas 46 años.
Para los estudiosos, ese magnicidio fue el crimen político más connotado del siglo XX en Estados Unidos.
El presidente Joe Biden, al recordar este miércoles la efeméride, expresó que el asesinato de Kennedy fue un momento decisivo de profundo trauma y pérdida que conmocionó el alma de la nación.
En un comunicado de prensa de la Casa Blanca, Biden subrayó que Kennedy «fijó firmemente la brújula de nuestra nación en muchas de las cuestiones más trascendentales del siglo XX, desde los derechos civiles hasta el derecho al voto y la igualdad salarial para las mujeres».
“Lideró con calma y resolución los momentos más peligrosos de la Guerra Fría (…) Inspiró a una nación a ver el servicio público como una vocación”, enfatizó.
A JFK, como fue conocido popularmente, lo balearon a las 12:30 pm, hora local, frente a su esposa Jackie, que le acompañaba en la limusina presidencial por las calles de Dallas, aquel 22 de noviembre.
Aunque Lee Harvey Oswald (muerto dos días después del magnicidio) fue señalado como el ejecutor, se afirma que eso no fue obra de un asesino solitario porque las investigaciones oficiales tienen pruebas fehacientes de que se disparó en cinco ocasiones para matar a Kennedy.
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