La jefatura temporal brasileña en el bloque se inicia el venidero 1 de diciembre y se extenderá hasta el 30 de noviembre de 2024.
Resulta «importante que ustedes no olviden que fueron elegidos, designados ministros para gobernar Brasil. Por lo tanto, la prioridad es la función para la cual ustedes fueron elegidos, para ser ministro», manifestó Lula durante la apertura de la reunión de constitución de la Comisión Nacional de Coordinación de la Presidencia del G20.
En el Palacio del Planalto, sede del Poder Ejecutivo en Brasilia, aseguró que el primer año de Gobierno fue el de reconstrucción y el que viene «de poner el pie en la carretera, visitar ese país, conversar con alcaldes, gobernadores, diputados y senadores».
Y puntualizó, «sobre todo conversar con el pueblo que tiene expectativa que la gente atienda los intereses que ellos establecieron durante el proceso electoral».
La Comisión Nacional para la Coordinación de la Presidencia del G20 fue instituida en junio y estará compuesta por representantes de todos los ministerios, además del Banco Central y del Asesoramiento Especial del Presidente de la República.
Lula anunció la víspera que Brasil impulsará una iniciativa sobre bioeconomía y creará dos grupos de trabajo, uno contra el hambre y la desigualdad y otro contra el cambio climático, durante la presidencia temporal del G20.
«Vamos a buscar resultados concretos que generen beneficios para los más pobres y vulnerables de todo el planeta. El G20 ayudará a impulsar las iniciativas multilaterales en curso», señaló en la cumbre virtual extraordinaria del G20.
Consideró necesario «recuperar la triple dimensión del desarrollo sostenible y acelerar el ritmo de implementación de la Agenda 2030» de Naciones Unidas.
El gobernante apuntó que el lema de la presidencia rotativa de Brasil en el G20 será «construir un mundo justo y un planeta sostenible».
Recordó que su país acogerá en 2025 la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP30).
A ese foro, subrayó, se desea llegar con «una agenda climática ambiciosa que garantice la sostenibilidad del planeta y la dignidad de las personas».
Lo anterior será posible, explicó, afrontando «seriamente el endeudamiento, el acceso a la financiación y los mecanismos de fiscalidad progresiva» en las agendas internacionales.
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