Los participantes reflexionaron sobre el papel de la mujer en los procesos de paz, seguridad y desarrollo, un asunto acerca del cual la enviada especial del presidente de la Comisión de la Unión Africana para las mujeres, paz y seguridad, Bineta Diop, insistió en que ellas deben estar en la mesa de negociación.
Subrayó que para que estén en esa posición es preciso primero que puedan participar en los procesos políticos, y eso requiere disposición, ayudas, pues no se va a generar de manera espontánea.
Cuando la agenda de las mujeres está incluida en un proceso de paz los resultados de esas negociaciones son mucho más sostenibles, aseguró, porque las preocupaciones más profundas son tenidas en cuenta.
En tal sentido, enfatizó en que no pueden desarrollarse estos diálogos sin su participación, para lo cual es necesario hacer la política de otra forma.
No se puede esperar a que tengamos guerras, las mujeres tienen que estar en posiciones de liderazgo para que trabajen permanentemente por la paz, subrayó.
Con ella coincidió la consejera del presidente de Guinea-Bissau, Suzi Carla Barbosa, para quien son imprescindibles políticas públicas para promover el empoderamiento femenino, no solo en términos políticos, sino también financieros.
Una de las grandes condicionantes son las dificultades financieras, de hecho muchas mujeres no tienen autonomía, remarcó, y agregó que eso es una contradicción en el continente africano, pues el 89 por ciento del mercado informal es llevado por mujeres.
Todo proceso de desarrollo pasa por un proceso de inclusión, enfatizó, y resaltó igualmente que las mujeres son mayoría de la población en África, entonces, no se puede hablar de los temas de la paz sin tomarlas en cuenta.
Al respecto apuntó que ellas son el 80 por ciento de las víctimas de los conflictos, ya sea porque son víctimas directas de violencias de todo tipo, o porque quedan viudas o pierden a sus hijos, por tanto, tienen mucho que decir y aportar.
Se refirió al papel de educadoras y a la manera en que logran trasmitir a las familias la cultura de paz, un asunto igualmente abordado por la secretaria regional de la Organización Panafricana de Mujeres para el África Austral, Luzia Inglês Van-Dúnem.
La paz comienza en las familias, escuelas y comunidades, y las mujeres son las principales embajadoras de esta causa, los principales agentes de cambio, pero hay que darles espacio, consideró.
En tanto, la exministra sudafricana de Defensa, Lindiwe Sisulu, se refirió a la necesidad de reconocer el papel destacado de las mujeres en las luchas por la liberación del continente.
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