Esa entidad advirtió que los aguaceros de las últimas semanas incidieron en el alza de esa enfermedad, pero también pueden desencadenar la propagación de otras transmitidas por mosquitos como el zika y el chikungunya, con un serio impacto en la salud, el turismo y el desarrollo socioeconómico de cada país.
Insistió a los territorios caribeños en maximizar esfuerzos, movilizar los recursos necesarios y mantenerse atentos para evitar una explosión de casos de dengue, pues los prónosticos apuntan a un brote este año con cifras récord de infectados.
De hecho, la Agencia remarcó que hasta la fecha el Caribe experimenta un incremento de 15 por ciento de enfermos en comparación con 2022 y además todavía la temporada de lluvias continúa activa.
Asimismo, urgió a la población a eliminar los criaderos de mosquitos, cambiar el agua de los floreros y tanques, y aplicar otras medidas de prevención.
Según estadísticas oficiales, América Latina y El Caribe este año reportaron más de tres millones de casos confirmados de dengue y Jamaica fue la última nación en declarar un brote, con saldo de más de tres mil enfermos y nueve muertos.
La situación conllevó a la Organización Panamericana de Salud a emitir una alerta epidemiológica.
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