Así lo advirtió este sábado en ese territorio el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Ruy López Ridaura quien indicó que la cantidad de escombros y basura aun no retirados debido al ciclón Otis, se convierten en criaderos de larvas del mosquito que se requiere eliminar.
Al supervisar las actividades del Laboratorio Estatal de Salud Pública, en Acapulco, afirmó que después de la emergencia, en materia de salud se debe reforzar la vigilancia epidemiológica para controlar posibles brotes de enfermedades propias de este tipo de situaciones, como el dengue o padecimientos gastrointestinales.
Dijo que, en ese contexto, además de estrategias para el control de vectores, una medida para reducir el riesgo de enfermedades diarreicas es la potabilización del agua, con la distribución a la población de plata coloidal y pastillas de cloro, acciones que llevan a cabo profesionales de la salud.
López Ridaura señaló que las personas pueden solicitar atención en los seis hospitales, 119 centros de salud y las más de 60 unidades médicas móviles que recorren Acapulco y Coyuca de Benítez, «ante cualquier síntoma, problema que tengan, están ahí para ayudarles, tanto para atender el problema de salud, como para orientarles».
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud advirtió que personas con enfermedades crónicas como diabetes e hipertensión, deben continuar su tratamiento farmacológico, para lo cual pueden acudir al centro de salud, la unidad médica móvil donde hay disponibilidad de medicamentos.
También precisó que el representante en México de las organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud, José Moya Medina, y el asesor en Emergencias de ese organismo, Jean-Marc Gabastou, visitaron el Comando Operativo para la Seguridad en Salud en Acapulco, para conocer las acciones realizadas.
Añadió que los directivos de dichas entidades corroboraron la capacidad de respuesta del sector Salud para atender a la población afectada por los desastres naturales.
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