Ubicado en la ciudad de Nanjing, provincia de Jiangsu, una de las capitales antiguas de China, sus obras y reliquias reflejan el tiempo que va desde los primeros Tres Reinos (220-280) hasta el final de las dinastías del Sur (420-589).
En un recorrido por este sitio, expertos de la institución explicaron a Orbe que su construcción se realizó justo encima de las ruinas de la urbe original de Jiankang (antiguo nombre de Nanjing durante el período de las Seis Dinastías).
Dicha época fue crucial en la historia china, marcada por agitaciones políticas, intercambios culturales y avances artísticos, señalan los estudiosos.
Entre los tesoros más valiosos de este museo está la olla vidriada con celadón (tipo de cerámica propia de China y el Extremo Oriente), decorada con imágenes de seres inmortales con alas emplumadas en la espalda, tortolitos y estatuas de Buda.
“Este artefacto se completó utilizando una técnica de esmalte, originalmente los expertos pensaban que este método no surgió hasta la dinastía Tang (618-907), pero este tesoro se adelantó a la aparición de esa técnica en 500 años, mucho antes de la dinastía Tang”, dijo Bai Ning, curador de la exposición.
Aunque Nanjing ostenta el título de Capital de las Seis Dinastías, sus reliquias históricas fueron destruidas casi por completo en un grave incendio durante la dinastía Song del Sur (1127-1279) y luego por las constantes guerras que le sucedieron.
De ahí la importancia de esta galería, diseñada en 2014 por Pei Chien Chung, hijo del famoso arquitecto chino-estadounidense Pei Ieoh Ming, comentó la guía del lugar.
La visita al museo forma parte de las actividades del sexto Proyecto Fotográfico Show Jiangsu, dedicado este año a la Iniciativa de la Franja y la Ruta. El evento comprende la participación de representantes de medios de comunicación de diferentes partes del mundo y Prensa Latina fue invitada como único representante de América Latina y el Caribe.
(Tomado de Orbe)