El presidente sierraleonés, Julius Madda Bio, quien decretó un toque de queda de 24 horas, aseguró que “la mayoría de los líderes de los ataques a las principales bases militares y prisiones están arrestados” y como prueba, distendió las restricciones de movimiento de la población.
Sin embargo, la ciudadanía permanece bajo los efectos de los densos intercambios de disparos del fin de semana y los ataques a los mayores centros de detención y al más importante arsenal capitalino, ubicado en la principal base castrense del país y cerca de la residencia presidencial.
Además de que un número indeterminado de personas fueron secuestradas o liberadas de la custodia policial y tanto la identidad, como las intenciones de los asaltantes siguen en las sombras.
Lo único cierto es que un un portavoz del Ejército reportó que personal retirado y en activo del Ejército son buscados.
Para el presidente Madda Bio la intentona resulta su segunda prueba de fuego ya que los comicios de agosto pasado en los que fue electo fueron complejos y se celebraron sobre el turbulento telón de fondo de protestas en zonas de esta capital y el norte del país.
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