La relación de fugitivos, objetos de una cacería humana desde la semana pasada, incluye militares en activo y retirados, oficiales de la Policía y civiles por cuya captura las autoridades prometen “una espléndida recompensa”.
El domingo último está capital despertó al estrépito de denso fuego de fusilería en los alrededores de la armería de la principal base militar capitalina, próxima al palacio presidencial, la prisión central y otros centros de detención de los cuales escapó un número indeterminado de internos.
Desde entonces las fuentes oficiales limitan sus reportes a los hechos como tal, pero aluden calificarlos de intento de golpe de estado, un concepto tabú en África occidental debido a las asonadas castrenses que derrocaron a los gobiernos de Mali, Burkina Faso, Níger y Guinea.
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