Por medio de un comunicado, la Cancillería denunció la agresión de las fuerzas israelíes lanzada la víspera contra el aeropuerto Internacional de Damasco, lo que provocó su salida de servicio pocas horas después de que reanudara sus operaciones de tráfico aéreo interrumpidas por un similar ataque.
Aclaró que este bombardeo perturbó el trabajo humanitario de las Naciones Unidas al detener por completo los servicios aéreos humanitarios en el país.
Esta cobarde acción tuvo como objetivo una instalación civil cuyo objetivo es prestar servicios a ciudadanos cuyas circunstancias les obligan, como es el caso en todas partes del mundo, a viajar, se perpetró varias veces durante los dos últimos meses y va en el contexto de la brutal agresión contra la Franja de Gaza, puntualizó el texto.
Calificó esta agresión de un crimen de guerra y de lesa humanidad, y aseveró que tales actos hostiles a aeropuertos civiles sirios constituyen una amenaza a la paz y seguridad en la región y el mundo, y una violación flagrante del Acuerdo de Separación de Fuerzas de 1974 entre Siria e “Israel”, además de violar las resoluciones del Consejo de Seguridad.
La Cancillería instó a la ONU que garantice que no se repitan tales ataques y frenar la maquinaria agresiva y asesina de Israel.
Siria advirtió al régimen israelí de las consecuencias de estos ataques, y aseguró que pagará el precio por su necedad e imprudencia, concluyó el Ministerio su declaración.
La víspera, una agresión con misiles llevada a cabo por aviones de combate israelíes dañó instalaciones del aeropuerto internacional de esta capital y causó su salida de servicio.
Ya suman 43 los ataques de Israel contra territorio sirio este año y ese país justifica esas acciones con el argumento de que son contra blancos iraníes y del Movimiento de resistencia libanés Hezbolá.
Mientras, Siria asegura que esas acciones provocan víctimas en la población civil, pretenden prolongar la guerra, mantener inestable a esta nación y debilitar su Ejército.
mgt/fm