De acuerdo con la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, el mandatario Daniel Noboa indicó a la canciller Gabriela Sommerferld reunirse con Abad para organizar todo lo necesario para “tan alta misión”.
Este martes en la mañana, Abad ofreció declaraciones a la prensa donde informó su decisión de aceptar la misión encomendada por Noboa, como embajadora de paz en Tel Aviv.
La vicepresidenta ecuatoriana dijo que cumplirá con la constitucionalidad del encargo, para que no se la acuse de incumplir con su función. Sin embargo, aclaró que, si Estados Unidos no ha podido frenar el conflicto entre Israel y Palestina, se trata de una tarea difícil, pero que la acepta.
En su discurso, Abad denunció que desde las elecciones ha sido víctima de una campaña de descontextualización y al referirse a su relación con Noboa insinuó que evidentemente existe un atropello hacia la vicepresidencia.
Está semana, varios medios locales de prensa se hicieron eco de un distanciamiento entre Abad y Noboa, situación que insiste en negar el gobernante andino.
Mientras, diversas organizaciones políticas y de derechos humanos calificaron como un hecho inusual en la política exterior de Ecuador, la decisión de enviar a Abad a Israel.
Asimismo, alertaron que para nombramientos de esta naturaleza debió considerarse que la entidad pública responsable de “ejercer la rectoría de la política exterior, es el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana».
El pasado 24 de noviembre, Noboa otorgó a su vicepresidenta, la única función de colaboradora de paz en Israel. Con esta decisión, Abad haría oficina en la Embajada ecuatoriana en Tel Aviv mediante la suscripción del Decreto Ejecutivo N° 27.
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