El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (Mspas) detalló que 48 mil 458 (85 por ciento) fueron sin signos de alarma, pero ocho mil 887 infectados, 14 por ciento del total, si los presentaron, y 126 alcanzaron un estado grave.
De estos, según el cierre divulgado por la cartera, los fallecidos subieron de 87 a 89, mientras 37 personas se contagiaron de chikungunya y 23 de zika.
La Dirección de Epidemiología y Gestión de Riesgo señaló que el mayor impacto de continúa en el nororiental departamento de Zapaca, después le siguen Chiquimula, Petén, Área Sur Oriente, Escuintla, Sacatepéquez, Baja Verapaz y Quetzaltenango.
El 31 de agosto pasado el Mspas decretó tres meses de emergencia sanitaria nacional debido al incremento de la enfermedad y adelantó que podrá ser prorrogada si persisten las circunstancias que le dieron origen.
En una de sus primeras valoraciones, el Mspas estimó que el año finalizaría con 18 o 19 mil infectados, un ascenso de 152 por ciento en comparación con el escenario del 2022, que dejó cuatro mil.
Pese a la entrada de la época fría, las precipitaciones persisten en varias regiones de Guatemala y, de acuerdo con expertos, los casos, la supervivencia del mosquito Aedes aegypti y el riesgo de la enfermedad siguen altos.
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