Bajo el lema Una carrera hacia la cima: colocando la equidad y la justicia racial al frente de las agendas de desarrollo, el evento será la plataforma para el lanzamiento de la Perspectiva Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) contra el Racismo y la Discriminación.
Tal informe ofrece puntos de vista regionales y datos sobre el flagelo en el mundo digital.
Según los organizadores, la agenda del foro contará con mesas redondas, talleres y eventos paralelos que tratarán las narrativas que contribuyeron a diversas formas de racismo y discriminación, y sus ramificaciones actuales.
Las discusiones se centrarán en temas como la elaboración de políticas inclusivas, la promoción de la igualdad de género, el mejoramiento de las capacidades de la sociedad civil.
Además, se abordarán cuestiones como la inteligencia artificial y su papel en la perpetuación del racismo, la protección de los derechos de los pueblos indígenas y cómo reforzar el papel de las ciudades.
De igual manera, los espacios cívicos y las comunidades artísticas y académicas, y las modalidades más adecuadas de aprovechar la filantropía social para abordar la desigualdad racial.
La directora de Humanidades y Ciencias Sociales de la Unesco, Gabriela Ramos, hizo énfasis en la importancia del compromiso de la sociedad en la lucha contra el racismo, además de las políticas públicas.
Para Ramos, esto no es solo una cuestión gubernamental, sino de la comunidad en su conjunto. Aludió a la oferta de plazas por medio de cuotas raciales y que esta sea acompañada de políticas de permanencia para que los beneficiados tengan real aprovechamiento de las oportunidades ofrecidas.
Valoró la creación del Ministerio de Igualdad Racial por el Gobierno de Brasil como un aspecto positivo, pero reconoció que la lucha contra el racismo no es algo que se resuelve rápidamente.
Elogió el liderazgo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva al tener una ministra dedicada al combate de la discriminación racial, sin embargo, enfatizó que el gigante sudamericano, así como otros países, enfrentan grandes desafíos y el asunto requiere un esfuerzo continuo.
Por lo anterior, la participación de la sociedad es fundamental para la construcción de una cultura más igualitaria y libre de segregación.
La conciencia y el compromiso de todos son esenciales para construir un entorno más inclusivo y justo para todos.
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