El anuncio de los organizadores del tradicional recorrido llamó a preparar desde ya los vehículos de dos ruedas y subrayó que “este año próximo se espera más participación de personas, provenientes de varios países y locales”.
En esta ocasión retomarán el trayecto de poco más de 200 kilómetros desde esta capital para visitar la imagen del Cristo Negro en la basílica de Esquipulas, municipio del centrooriental departamento de Chiquimula.
Creatividad e ingenio conjugan los participantes, quienes se disfrazan y adornan sus motocicletas o cascos, lo cual convierte la actividad en un movimiento con manifestaciones sociales, culturales y económicas.
La Caravana del Zorro fue declarada Patrimonio Cultural Intangible de la Nación en 2011 y el gobierno implementa acciones para preservarla y resaltar su relevancia.
La primera peregrinación de este tipo partió en febrero de 1961, cuando Rubén Villadeleón, apodado Zorro, padre del actual coordinador del grupo, reunió a seis amigos para emprender un viaje a la Basílica de Esquipulas.
Con el paso del tiempo crece la expectativa por relacionarse con el fenómeno, tan grande que algunos motoristas se congregan desde el día anterior en la Plaza Central de la urbe a la espera de la salida.
La pandemia de la Covid-19 imposibilitó la salida solo en 2021, aunque en el Patio de la Paz del Palacio Nacional de la Cultura conmemoraron el cerrado 60 aniversario.
El Departamento de Tránsito de la Policía promueve campañas informativas, de prevención y sensibilización en aras de la seguridad a motociclistas y peatones en la ruta.
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