Por Dai Liem Lafá Armenteros
De la redacción de Cultura de Prensa Latina
Esa muestra se extenderá hasta enero de 2024 con 76 obras belgas e internacionales, y analiza cómo el hechizo de los artistas por la cabeza (koppens) creció hasta convertirse en un género en sí mismo, evidenciado en la relación de genios como Rubens, Bruegel, Rembrandt y Vermeer por los rostros de sus modelos.
El Museo Real de Bellas Artes de Amberes (Kmska) se acercó a instituciones y colecciones de todo el mundo, lo cual resultó en préstamos del Museo Getty, el Rijksmuseum y el Louvre, entre otros, para redondear esta exhibición.
Cabezas giratorias, inaugurada a fines de octubre último, invita en sus espacios a los visitantes a dibujar ellos mismos un «estudio de cabeza» o a experimentar digitalmente con tocados.
Esa institución cultural convida a las salas a vivir experiencias con expresiones y luces, además de aprender lo que significa estudiar y capturar rostros como artista para finalmente acceder a la posibilidad de crear la propia cara del visitante usando inteligencia artificial.
De tal forma el rostro es el personaje central de la exhibición que muestra a su vez el desarrollo de un nuevo género, el del trono.
Según reseñas, el interés por la tronie, antigua palabra para rostro, alcanzó su punto máximo en el siglo XVII, y artistas como Peter Paul Rubens, Rembrandt y Johannes Vermeer pusieron todo su talento en pintar una parte tan importante de las personas como es la cara.
De acuerdo con expertos el término «tronie» en holandés de los siglos XVI y XVII significaba «rostro» o «expresión» en las pinturas del Siglo de Oro y en las barrocas flamencas.
Los «Tronies» representaban expresiones faciales exageradas, pero diferentes a las caricaturas o los retratos, aunque reflejaban un estudio de las diferentes expresiones humanas.
Suelen ser pequeñas obras, magníficamente pintadas, dibujadas o grabadas, y por medio de esas piezas íntimas se puede acercar más que nunca el espectador al artista.
Krasse Koppen, mediante colaboración entre Kmska y la Galería Nacional de Irlanda, viajará el próximo año a Dublín, donde se expondrá del 24 de febrero al 26 de mayo, según anunció la institución belga.
OBRAS MAESTRAS
La muestra convida a un especial redescubrimiento de obras maestras de las artes plásticas como La chica del sombrero rojo, de Vermeer; Cabeza de hombre barbudo, de Rubens; Retrato de una niña, de Michael Sweerts; El hombre que ríe, de Rembrandt van Rijn; Estudio para Balthazar, de Rubens, y El acarreo de la cruz, de Hieronymus Bosch, entre otras muy conocidas.
Con la exposición se puede seguir la evolución del género, desde un preludio en el siglo XV hasta ramificaciones en el siglo XIX, con el arte del siglo XVII como foco principal. Los maestros Rubens y Rembrandt son los guías durante esta exposición en la que el visitante los encontrará una y otra vez a cada paso.
UN POCO DE HISTORIA
Según los especialistas, en la actualidad puede parecer que el rostro humano es omnipresente dada la popularidad que tiene en selfies, redes sociales, pinturas y productos de publicidad, pero no es así como se puede imaginar.
Para llegar a esta realidad se recorrió un largo camino en el tiempo que se puede transitar apreciando Krasse Koppen en increíble ruta con punto de partida en los siglos XVI y XVII.
En esa época los artistas provocaron una avalancha, pues quitaron el rostro y la cabeza del contexto de las escenas bíblicas y mitológicas para mostrarlo por separado y en todo su esplendor, aunque no se trató solo de retratos. Maestros como Rubens, Rembrandt y Vermeer utilizan modelos anónimos por iniciativa propia para sus experimentos creativos, personas a las que no había que reconocer, gente muy corriente cuyo rostro cuenta su propia historia y es posible ver algunos en esta exposición.
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