Al intervenir aquí en la Conferencia de las Partes sobre el Clima (COP28), el titular del gobierno libanés subrayó la necesidad de fortalecer la resiliencia nacional, en especial en áreas donde los desafíos resultantes del cambio climático se cruzan con guerras.
En este sentido, el jefe del gabinete apuntó que mientras Líbano enfrenta la agresión israelí, grandes zonas de la nación sufren de los efectos de la degradación ambiental resultante de las actuales hostilidades del enemigo.
A propósito, condenó el uso de fósforo blanco en el bombardeo contra civiles libaneses y los daños a más de cinco millones de metros cuadrados de bosques, tierras agrícolas y miles de olivos.
En esta línea de mensaje, enfatizó la urgencia de reconocer estas terribles consecuencias de las guerras y los ataques militares al medio ambiente y abordarlas dentro del derecho internacional y humanitario.
Mikati insistió en mejorar las estrategias de resiliencia y adaptación al cambio climático, así como ampliar el alcance de los mecanismos de financiación para abordar los crecientes desafíos de pérdidas y daños.
Al respecto, reclamó incluir en esta ayuda la reconstrucción de una economía verde sostenible en Líbano y manifestó la importancia de movilizar financiación suficiente para revitalizar el sector energético en el país.
Respaldó la transición hacia fuentes de energía limpias y renovables para mitigar así los efectos negativos del cambio climático.
En el cierre de su discurso, convocó a superar diferencias y cooperar en beneficio de todos con el objetivo de garantizar una vida mejor para las generaciones futuras.
«Salgamos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en los Emiratos Árabes Unidos con acciones concretas y compromisos firmes, para allanar el camino hacia un futuro sostenible para todos», señaló.
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