El objetivo de esta iniciativa (Todos somos Texas) es exigir una reforma migratoria a la administración de Joe Biden y tratar de boicotear las leyes antiinmigrantes de Texas, calificadas como las más duras del país.
La caravana arribó este mismo viernes (que comenzó el periplo) a Los Ángeles, donde permanecerá hasta el lunes, cuando planean seguir viaje a Phoenix, Arizona, y luego seguirán a Tucson.
Para el martes deben estar en Las Cruces, Nuevo México; un día después en San Antonio y a Houston, Texas; y concluirán frente al Capitolio en Austin, el 7 de diciembre.
Defensores de los migrantes subrayaron que ni podían permitir que Texas y Florida aprueben leyes que atenten contra los derechos humanos y la comunidad.
La Ley SB 4 -que entrará en vigor en febrero- hará que en Texas se considere un delito menor cruzar ilegalmente la frontera que separa a ese territorio estadounidense de México.
Además, de forma arbitraria empodera a oficiales de policía para que arresten a los inmigrantes indocumentados y hasta da facultades para expulsarlos.
Según recuerdan medios locales, una parte de dicha ley ya fue firmada por el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott a finales de noviembre.
“Estamos molestos con los gobernadores republicanos, pero también con los demócratas”, dicen activistas.
El presidente Biden nos prometió una reforma en los primeros 100 días de su gobierno y ya va para su cuarto año sin cumplir, alegan y eso sin contar -advierten. que ya estuvo ocho años como vicepresidente de Barack Obama (2009-2017).
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