El ministro de cultura, Gennaro Sangiuliano, rechazó el pedido de devolución realizado por la Colección Estatal de Antigüedades y Esculturas de Múnich, y enfatizó en un mensaje divulgado en el sitio digital Informazione.it que “la obra debe necesariamente permanecer en Italia, ya que constituye un patrimonio nacional”.
En declaraciones previas a la prensa, Sangiuliano expresó que “primero deben pasar sobre mi cadáver”, para trasladar a la nación germana esa obra, una copia en mármol de la desaparecida estatua en bronce del Discóbolo, esculpida en la Antigua Grecia por Mirón de Eléuteras, aproximadamente en el año 450 antes de nuestra era.
Esta escultura, conservada casi en su totalidad, fue descubierta en 1781 en la zona capitalina del Esquilino y formó parte durante mucho tiempo de la colección privada de la familia Lancellotti, que conservó en el Palacio Massimo.
El dictador italiano Benito Mussolini, facilitó la venta de la misma a la Alemania nazi en 1938, permaneció en una galería de Múnich hasta su recuperación por Italia en 1948, poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial, y desde 1953 regresó a su lugar de origen en el Palacio Massimo, que actualmente alberga el Museo Nacional Romano.
El reclamo germano se formuló en respuesta a una petición del director del Museo Nacional Romano, Stephan Verger, a su homólogo de la Colección Estatal de Antiguedades y Esculturas de Múnich, Florian Knaub, sobre la devolución de la base de mármol del Discóbolo que aún se encuentra en esa galería alemana.
Knaub señaló entonces que “no puedo renunciar a nuestro reclamo legal de que el Discóbolo se devuelva a nuestro museo”, y apuntó que “la escultura fue adquirida legalmente por el Estado alemán”.
El ministro de Cultura italiano, luego de rechazar tal demanda, manifestó que “estoy seguro de que la colaboración entre Alemania e Italia, que ya es excelente en muchos sectores, podrá mejorar también en el ámbito cultural”.
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