De acuerdo con el director general de Asuntos Económicos Bilaterales de la Cancillería chilena, Sebastián Gómez, durante la pandemia de la Covid-19 las cifras cayeron, específicamente a 184 millones de dólares en 2020 en comparación con los 264 millones del año anterior, pero desde entonces ha habido un cambio significativo.
“Aumentó nuevamente a 313 millones de dólares en 2021 y luego volvió a aumentar en 2022 a 679 millones de dólares”, aseveró el funcionario durante la quinta ronda de conversaciones entre ambas partes sobre el Acuerdo Comercial de Alcance Parcial celebrada aquí.
Esta tendencia ascendente muestra el impulso y el interés de nuestras empresas en hacer negocios entre sí, y también el compromiso de ambos gobiernos “para llegar a una conclusión de nuestros acuerdos comerciales que sirva como base para brindar más seguridad jurídica a los inversores”, aseveró.
Según la ministra trinitense de Comercio, Paula Gopee-Scoon, se prevé que los fabricantes y procesadores de las dos partes puedan obtener insumos y materias primas a precios más competitivos debido al acceso preferencial en ambos mercados.
Asimismo, las autoridades de la nación caribeña esperan que los exportadores puedan hacer crecer sus negocios, ganar valiosas divisas y aumentar las contribuciones a sus respectivas economías.
Los consumidores se beneficiarían de una mayor selección de productos a costos competitivos, y el aumento esperado en los bienes comercializados entre ambos países puede contribuir a una mayor eficiencia y estimular la innovación dentro de nuestras industrias nacionales, consideró.
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