El informe divulgado por la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM) precisó que la proporción de poblaciones sobreexplotadas cayó por primera vez debajo del 60 por ciento, tras una tendencia a la baja iniciada hace una década.
Bajo el título de “SoMFi 2023”, la pesquisa está respalda por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), según destacó la fuente.
En opinión de los autores, hay “una mejora coherente con la continua reducción de la presión pesquera, que ha menguado un 31 por ciento desde 2012” en la región objeto del análisis.
Aunque la explotación excesiva de las poblaciones de peces disminuyó de forma considerable, la presión pesquera en el Mediterráneo y el Mar Negro continúa duplicando el nivel considerado sostenible, advirtió la pesquisa.
En términos de resultados positivos, la CGPM apreció el caso de la merluza europea en el Mediterráneo, el rodaballo en el mar Negro y el lenguado común en el Adriático, debido a “una sorprendente reducción de la sobrepesca” e incluso signos de recuperación de la biomasa.
Los barcos de pequeña escala, indicó el organismo, constituyen la inmensa mayoría de la flota pesquera y generan más de la mitad del empleo en el sector, pero solo representan alrededor del 15 por ciento de las capturas y aportan casi el 30 por ciento de los ingresos totales.
Según la investigación, la pesca y la acuicultura marina en el área son capaces de generar ingresos superiores a los 20 mil millones de dólares anuales y proveer 70 mil puestos de trabajo a lo largo de la cadena de valor.
La acuicultura es una actividad en rápido crecimiento: durante la última década su producción subió 91,3 puntos porcentuales, mientras que los ingresos aumentaron un 74,5 por ciento, detalló el texto.
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