La convocatoria a la reunión responde a la solicitud enviada por el Ejecutivo de Georgetown y anunciada el martes por el presidente de esa nación, Mohamed Irfaan Ali.
El mandatario adelantó su petición de un encuentro para informar al órgano de seguridad de las Naciones Unidas de los últimas acciones de Venezuela sobre la disputada zona del Esequibo, en la búsqueda de «medidas apropiadas» del Consejo.
El diferendo permanece en el foco de atención luego que el presidente Nicolás Maduro anunciara varias disposiciones que su Gobierno podría tomar para hacer cumplir el resultado del referéndum celebrado el pasado domingo.
El miércoles, el Parlamento venezolano aprobó el Proyecto de Ley Orgánica para la Defensa de la Guayana Esequiba que propone, entre otras acciones, la creación de un estado con ese nombre.
Por su parte, Guyana consideró estas acciones «como una amenaza directa a la integridad territorial, la soberanía y la independencia política» del país luego de la orden dictada por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) el 1 de diciembre.
El secretario general de la ONU, António Guterres, abogó la víspera por una resolución pacífica y pidió abstenerse de cualquier acción que pueda agravar o extender la disputa o hacerla más difícil de resolver.
En un comunicado divulgado por su portavoz, el titular confió en que ambos Estados cumplirán la orden emitida por la CIJ y recordó que las decisiones del máximo tribunal de la Organización de las Naciones Unidas son vinculantes.
El fallo pidió a ambas partes evitar acciones que compliquen las actuales diferencias y notificó que Venezuela “deberá abstenerse de tomar cualquier medida que pueda modificar la situación que prevalece actualmente en el territorio en disputa”, mientras que “Guyana administra y ejerce control sobre esa zona”.
La polémica por ese espacio de casi 160 mil kilómetros cuadrados subió de tono en las últimas semanas con la denuncia por la parte venezolana de licitaciones a trasnacionales petroleras en aguas no delimitadas.
Este miércoles, Caracas propuso a Georgetown retomar el camino del diálogo directo a través del Acuerdo de Ginebra de 1966 y rechazó la pretensión de instalar bases militares estadounidenses en su territorio.
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